Buscar este blog

viernes, 11 de marzo de 2011

La Procesión con la imagen de la Reina del Amor en 1995.

Lunes 29 de junio de 1998.

Querido hermano:

A partir del año 1990, ya en forma, Dios, a pesar y en medio de nuestras tribulaciones, nos ha venido mandando, hermanos y hermanas, un torrente de bendiciones; que por ser yo persona de poca fé, tengo que ver para creer, como dice Santo Tomás.
A pesar de mi ignorancia, y según entiendo, es en virtud de la preparación al Jubileo del año 2000, y en camino al siglo XX1, que Dios nos está mandando este tiempo de gracia.
Yo las bendiciones que he venido recibiendo, las entiendo al compartir el júbilo que eso significa, la ilusión y grandiosidad del Jubileo.
Han venido ocurriendo, como trato de explicar, bendiciones en las que he podido palpar, la mano de Dios y la intercesión de la Virgen María.
Por ejemplo, así narro muchos verídicos, que no olvido. Yo, cuando he sentido visto u oído algo sobrenatural o que sea palabra de Dios, oportunamente, me siento arrastrada, subyugada o volcada; es algo imperioso de mí y lo he escrito, con la fecha en que ocurrió , aunque sea, después, al reponerme o volver en mí.
Pues; así es, yo tenía guardados en mi armario, closet o gaveta muchos hechos o testimonios, pero, ni sé por qué, al buscarlos, ya ni los encontré. Por ejemplo, y uno de ellos, , que ya no está, y no sé si será que no lo escribí, pero sí lo recuerdo muy bien, es una procesión que hubo, si no me equivoco en el mes de mayo de 1995. La tengo muy vívida en ni memoria.
Sucedió así: mi Mamá, mi hermana menor, sus niños, los míos y yo fuimos a una procesión donde doña Lidiette, al frente de la casa de mi Mamá, con la Virgen de Sarapiquí. Al llegar a su casa, mi Mamá vio la imagen grande, que iba en andas, con el semblante muy triste y con la cara ¨ jalada ¨, decía ella.
Yo no le creí, rezamos el rosario con mucha devoción y al salir a la acera, ahí estaba el hijito mayor de mi hermana menor, y dijo lo que yo le oí decir, por estar a la par suya y viéndolo : ¨ la Virgen llora, porque quiere que mi tío y su hijito se contenten ¨ .
Entonces, toda la gente salió de la casa, ya en procesión, y yo en todo el camino fui diciendo: ¨ Yo no creo ¨.
Pues, al llegar a la iglesia del Perpetuo Socorro, era la tarde, el Padre, no sé por qué, me imagino que era el Padre Fuentes, habló algo bellísimo y dijo : La Virgencita alistó la valija o maletas y se vino para Costa Rica. Ahora está en Sarapiquí. Dijo también : ¨ esto es la continuación de Fátima ¨.
¨ Aquí se cumple lo de la canción : Es María la Blanca paloma, que ha venido a América a traer la paz. En el centro de una blanca nube, se vino volando desde Portugal. Y por eso los costarricenses la llamamos Madre, Madre Celestial.
Yo, por lo que había visto muchas veces, fui once veces, sí le creí. Pues, yo estaba sentada al costado izquierdo de la iglesia que estaba repleta de gente, y a la par de la amiga de mi hermano. En eso, me vino de repente un olor a rosas en cuestión de segundos, mi nariz se dilató y captó dos cosas, una seguida de la otra: un aire tibio con olor muy definido y fuerte de rosas y de seguido, el olor de rosas de la nuca de la señora de la banca de enfrente, pero era frío y con olor de alcohol, era sólo su perfume. De inmediato, el aire tibio y perfumado de rosa, el primero, me hizo levantarme, y con un deseo muy grande de ver la imagen, de un brinco que di, ya estaba yo sentada al centro de la iglesia, adentro como antes y frente a la misma imagen de la procesión. Entonces, yo le dije a la Virgencita, dentro de mí y muy emocionada : : ¡ qué dicha, Virgencita de Sarapiquí, que ya te admitieron en una iglesia ¡ ¨.
Eso, porque no habían construido su capilla en el Santuario, y no sé si ya la habían hecho.
Entonces, la imagen o mis ojos cambiaron; yo la vi en un minuto, que se alargó para mí y estaba Ella toda feliz, radiante de felicidad; sus ojos café almendrados, brillantes sonreían; decías, sí, su piel blanca de porcelana o terciopelo, sus mejillas rosadas, color geranio, su boca muy roja y carnosa sonreía, con la sonrisa perfecta, luego, vi sólo su rostro en el aire, que se apagó lentamente quedando sus dos mejillas, como pétalos de rosa en el aire… quedaron dos suaves nubes rosadas suspendidas en el aire, a su altura, que se esfumaron…
Yo salí de la iglesia, en medio del montón de gente y busqué a la amiga de mi hermano y le conté esa visión a ella.
Cuando salí, y vi los àrboles y el cielo, sentí que todo el aire que había, estaba contenido en mi vientre. Sentía que mi vientre iba a explotar; estaba henchido a reventar; pero cosa grandiosa y sobrenatural; por primera vez, yo que ya he estado encinta en cuatro ocasiones y a punto de dar a luz en tres, luego he dado a luz tres veces, porque tuve una pérdida, la primera, nunca me he sentido así:
a punto de reventar, henchida en mi vientre, pero sin ningún dolor, de pura alegría incontenible y con un deseo de hablar, de cantar y de bailar; eso por tres días. De quien yo me dije a mí misma: fui niña, pero ni aún así, sentí esa fuerza-alegría-esperanza, que brotaba y brotaba. Pero cesó a los tres días.
Entonces yo pensé: ¨así debe ser la Llena de Gracia, la Creación entera está en su vientre; Ella es la Madre de la Esperanza, la que nunca se cansa ¨.
` DIOS TE SALVE, MARIA, LLENA ERES DE GRACIA, EL SEÑOR ES CONTIGO, BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES Y BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE JESUS¨.
Ella bendijo mi vientre y lo sanó, sanó allí también a mi Madre terrenal de muchos dolores; bendito sea Dios y a mis dos hermanas, por añadidura… y a todas las mujeres.
El Padre nos invitó a despedirla al día siguiente en Sor María Romero, por la tarde.
A la salida, pasamos la amiga de mi hermano y yo a recoger a mi hijio mayor que no estaba allí. Y yo le hablaba mucho a ella. Le conté, por cierto, que yo había visto unas partículas negras o basurillas en el video de la Virgen y que más bien, ya parecían letras. Entones, también le dije a ella que había oído del Señor: ¨ búscame a través de mi Palabra ¨.
Luego, al día siguiente de la Procesión, a la Iglesia del Perpetuo Socorro, yo fui a despedirla por la tarde a la Capilla de Sor María Romero.
Yo estaba entonces, con mi segundo chiquito, ya de 7 años, dije y sano, y mi niñita, la menor, de 4 años, en Sor María Romero.
Allí, en la capilla, hubo misa concelebrada, con cinco sacerdotes. Entre ellos estaba el Padre Pacheco, También habló desde el ambón la muchacha a quien había picado una culebra en Sarapiquí. Ella contó con detalles todo y también habló de la cruz de escarcha dorada que se le había formado o le había caído, no sé, por su codo , creo; de ese lugar el veneno no pasó. Luego, vi como una monjita conversaba afuera con ella. Estando en misa, un grupo de señoras se habían reunido alrededor de la imagen de la Virgen de Sarapiquí y yo , que por la emoción del momento, hacía rato que había soltado de la mano a mi niñita y pensé : ¨ ¡ qué mala soy, qué bárbara yo, de haberla soltado en medio de este montón de gente ¡ ¨.
Entonces, unas de las señoras del grupo dijo : ¨ ¡ la persona que quiera formar parte del Comité de los Mensajes de la Virgen en San José, que se acerque ¡ ¨.
Entonces sucedió algo muy bello. ¡ mi niñita de 4 añitos, desde atrás, se abrió campo, se me acercó, me movió hacia delante y me dijo : ¨ ¡ Mamá, vaya usted ¡ ¨.
A mí eso me sorprendió y me alegró a la vez. Lo primero, porque yo deseaba ir y lo segundo porque , cómo iba a entender una niñita tan pequeña de lo que se estaba hablando y entenderlo ¡ ….
Pues yo, ni lerda, ni perezosa, allí mismo, recordé muy vivamente los labios rojos y carnosos de la misma imagen, que el día anterior, en le Iglesia del Perpetuo Socorro, ya me habían querido decir; su aspecto me movía:
¨ ¡ HABLA POR MI, HABLA MUCHO ¡

El aspecto de su boca decía por si misma: : ¡ habla ¡ ¨…
Entonces, yo me acerqué a lass señoras que tenían una canastita con unas cintas grises y cada una de esas citas tenías un llaverito de la Virgencita de Sarapiquí, pero, sin cadenitas sólo el cuadrito plástico con la estampita. Yo acerqué una mano y pedí uno, y aunque me dijeron ella El aspecto de su boca decía por si misma: : ¡ habla ¡ ¨…
Entonces, yo me acerqué a las señoras que tenían una canastita con unas cintas grises y cada una de esas citas tenías un llaverito de la Virgencita de Sarapiquí, pero, sin cadenitas sólo el cuadrito plástico con la estampita. Yo acerqué una mano y pedí uno, y aunque me dijeron ellas : ¨ Ud. No está en la lista, yo me ¨ consagrè ¨ de corazón, dadas las circunstancias que he contado.
Luego, de que lo devolvì, vi a mi hermano y su amiga. En ese momento, creo que llevaban la imagen hacia fuera, y sí vi esto así: las cosas sucedían en movimientos muy letos y ella, nuestra amiga, tenía todo el aspecto del Nazareno.
Entonces, como la Imagen de la Virgen de Sarapiquí ya estaba cerca de la entrada de la Capilla, yo me acerqué y la vi; la toqué, sus ojos cambiaron de color tres veces; o yo los vi desfilando con colores diferentes. Entonces empezó la procesión de colores de la imagen. Primero los vi celestes, luego, verdes, y por último café, Una luz blanca, causaba cada cambio de color.
Entonces, mi hermano, muy amablemente, nos ofreció llevarnos en jeep a la casa. Estando en el carro, yo le dije a él: : ¡ qué lindos son los ojos de la Virgen de Sarapiquí; son celestes, luego cambian a verde, y por último a café , pero los más bellos son los de tu hijo ¡. ¡ Son color lila ¡ ( o violeta ).
Y yo que estaba sentada atrás con mi niña a la par, le hablé a él: _ ¨ Mirá, le dije, vos tenés ocho años de no ver a tu hijo. Desde que él tiene un añito lo dejamos de ver todos, hasta vos. Pero yo sí lo he visto ocho veces . Y está tan lindo; y se lo describí: blanco, de ojos violeta o lila y sonrosado.
Una prima de nosotros un día lo vio correr por la casa de él y lo encontró con unos colores tan bellos, que ella me dijo que creía que lo maquillaban. Entonces, cuando yo le dije eso a mi hermano, él se quedó, yo me di cuenta, yo sentí que se quedó frío y me volvió a ver con una cara que yo me alarmé, porque era de Cristo con la Corona de Espinas, con ojos de profundo dolor y en sus cuencas había dos huecos de dolor, ausencia, muertos de la tristeza. Gracias a Dios, esa visión – el rostro de mi hermano se había cambiado por el del Nazareno, duró sólo un segundo.
Luego, él se volvió y con voz lenta y muy dolida me contestó : ¨ no me importa que digan lo lindo que es, sólo quiero que él esté bien… ¨
¨ Estoy convencida, no hay duda: eres un padre que viene sufriendo por no poder ver a su hijo, por haber tenido que renunciar a èl desde hace ocho años ¡ y compartí, como desde siempre, desde el principio, su inmenso, profundo y verdadero dolor.
Entonces, para gloria infinita y como testimonio; en acción de gracias, supe que un día, si no me equivoco una tarde, después de eso, a los meses , mi hermano y nuestra amiga, asistieron a misa de nuevo y allí mismo, unos pocos pasos adelante, en una de las bancas de Sor María Romero, por donde estuvo la imagen de Sarapiquí ; llegó con serenidad la ex - esposa de mi hermano, las madre de su chiquito y ella le expresó a él humildemente su deseo : ¨ quiero que veás a tu hijo de nuevo ¨.
Eso fue un favor enorme que recibimos todos con inmenso regocijo por intercesión de la Virgen María, ya que teníamos en mi familia, en cuenta yo, ocho largos años de no ver a nuestro sobrinito. Sólo a mí, Dios me había concedido el don de verlo con su familia materna, ocho veces, a lo largo de un año; que creo, fue ese mismo que Dios escogió para que lo viéramos de nuevo, sano y salvo.
Y también que fue para un Día del Niño, ya hace 3 años.

¡ GRACIAS INFINITAS, DIOS MIO ¡ ….

Bueno, no sé ahora, la fecha exacta , pero sí lo que ocurrió en adelante:
Estando yo, como 6 meses después; o sea, en noviembre del mismo año, en la pila de lavar ropa, de mi casa, una mañana, como a medio día; desde el patio de mi casa se ve la fachada de la Sede de la Conferencia Episcopal y más adelante, ya no se ve, pero está la Iglesia de la Medalla Milagrosa. Yo vi y oí lo siguiente:
Vi unos rayitos de luz blanca y sentí la presencia majestuosa de una sagrada mujer que era invisible y llena de poder. Ella me dijo y yo no la vi, pero sí la sentí y la oí. Su voz venía de lo alto, a la altura de los rayitos blancos; estaba muy seria, y me dijo toda majestuosa: ( su voz era dulce, suave, comprensiva, y de la Madre de toda la Humanidad ).
`VENGO PREÑADA DE OBRAS Y ESTAS SON LAS QUE JESUCRISTO HA DADO AL MUNDO ; HAGASE LA LUZ `.
Yo, al instante, y allí mismo me dije: ¨ ni duda que es Ella; con sólo haber nombrado el nombre de Jesucristo en forma de una madre tan seria, ya majestuosa ¨.
Yo, muy seria, cerré mis ojos en reverencia de hija, pero no me sentí humillada, sino obediente hacia Ella. Y de inmediato Ella me hizo sentir:
Su grandiosidad y su humildad, a la vez, ya que por su enorme poder me hubiera fulminado; ya que percibí o sentí, cuando no la vi, su seriedad que se transformó en majestuosidad, y si Ella ( digo para mis adentros, yo toda acongojada, y me quedé inmóvil, a la espera de su veredicto, que por su INFINITA humildad duró sólo un segundo, hubiera querido ( lo que no está en Ella, por ser la Madre de Dios, Jesucristo, nuestro Salvador y Hermano Mayor y el Sólo Perfecto, de requete sobra me hubiera fulminado.
Entonces, al minuto, yo me devolví o entré a la cocina, que dista sólo tres pasos de la pila del patio y seguí muda, como si nada, lavando platos. Y pensé atribulada. ¡ qué barbaridad, Dios mío ¡. ¿ Y ahora , qué querrá de mí ¿. ¨ . Cerré los ojos y pedí : ¨ ¡ Señor, sálvame, soy muy pecadora ¡ ¨. Pero, no sentí miedo, pues mi Madre me visitaba, me amparaba… ¡ Yo misma la había visto allá, en el aire, a lo alto, con los ojos de la fé ¡.
SANTA MARIA, MADRE DE DIOS Y MADRE UESTRA, RUEGA POR NOSOTROS, PECADORES, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE , AMEN.
( La Llama de Amor ).
La gracia de moverme a dar este testimonio me viene y lo digo por fé; o sea, es el resultado o fruto de haber rezado muchas veces la Corona de la Divina Misericordia, el haber hecho una novena a la Medalla Milagrosa y otra novena a María Auxiliadora. También, para gloria de Dios, hemos estado rezando y cantando 2 señoras y yo, Rezos del Niño, en enero, febrero y marzo de 1998, que sumaron más de cuarenta. También rosarios en honor a María Auxiliadora en mayo de este año.
También, ofrecimos la misa de Corpus Christi y del Sagrado Corazón de Jesús en este mes de junio, por mi Papá que tuvo que ser operado, de ua válvula del corazón, la semana pasada y le fue excelentemente bien, con una técnica recién traída al país, un stent o mallita que colocan para dilatar la arteria obstruida. ¡ Gracias, por siempre, Corazón de Jesús y Corazón de María, la Llama de Amor ¡…

No hay comentarios:

Publicar un comentario